lunes, 27 de marzo de 2017

La diabetes gestacional puede ser un factor protector en el embarazo - DiarioMedico.com

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PUBLICADO EN 'BMJ OPEN DIABETES RESEARCH & CARE'

La diabetes gestacional puede ser un factor protector en el embarazo

Reduce bajo peso y prematuridad en las gestantes con sobrepeso. Ese efecto paradójico se explica por la adherencia al estilo de vida sano.
Sonia Moreno. Madrid | soniamb@diariomedico.com   |  27/03/2017 00:00
 
 

Carla Assaf y Laura del Valle con Alfonso Calle
Las nutricionistas y autoras del estudio Carla Assaf y Laura del Valle con Alfonso Calle, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. (Hospital clínico de Madrid)
La diabetes gestacional parece tener un paradójico efecto protector frente a los riesgos asociados al sobrepeso en el embarazo. Es la conclusión de un estudio publicado en el último número de BMJ Open Diabetes Research & Care que ha dirigido Alfonso Calle, jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, y en el que participan las nutricionistas del referido centro Carla Assaf, como primera firmante, y Laura del Valle, entre otros autores. La explicación obedece a que las gestantes con sobrepeso y diabetes siguieron las recomendaciones de vida saludable y de esta forma redujeron riesgos en el bebé, como la prematuridad y el bajo peso al nacer.
  • El estudio, sobre la cohorte ‘St. Carlos Gestational Diabetes’, con más de 3.100 embarazadas, muestra el efecto protector de la presencia de una enfermedad
El trabajo de Calle, investigador del Ciber Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición(CiberOBN), indaga en la cohorte St. Carlos Gestational Diabetes Study, con más de 3.100 gestantes, que se clasificaron atendiendo a su peso y a la presencia o no de hiperglucemia. "Queríamos determinar si el sobrepeso en diversos grados potencia el riesgo de morbimortalidad inducido por la diabetes gestacional, o bien si al tratar la hiperglucemia se reducía el riesgo atribuible a la obesidad".
Para ello, estudiaron a las mujeres diagnosticadas con diabetes atendiendo a los nuevos criterios derivados del estudio HAPO, recogidos en The New England Journal of Medicine y que multiplican por tres la prevalencia de la detección clásica con el sistema Caprenter-Coustan, de dos pasos. Precisamente, con esta misma cohorte, el equipo encabezado por Calle ya demostró, en otro estudio en Diabetes Care, que los criterios más amplios de diagnóstico suponen una clara reducción en las tasas de cesáreas (un 25 por ciento menos), prematuridad (18 por ciento), necesidad de ingreso del neonato en una unidad de cuidado intensivo (12 por ciento) y macrosomía fetal (9 por ciento), además de un ahorro en los costes hospitalarios.
  • La introducción de estos resultados en la práctica clínica es inmediata: las pautas de estilo de vida sano recomendadas en la diabetes gestacional deberían generalizarse
En este reciente estudio se centraron en dos importantes riesgos del embarazo: diabetes gestacional y obesidad. Entre las principales conclusiones, destaca que cualquier grado de exceso de peso se asocia con más probabilidad de efectos adversos, salvo cuando se acompañaba de la diabetes gestacional. De hecho, las mujeres obesas con la hiperglucemia no solo no sumaban, sino que reducían el riesgo de prematuridad, parto instrumental, macrosomía fetal y, sobre todo, de bajo peso al nacer; esas tasas en el grupo de mujeres con sobrepeso y diabetes se igualaban a las de las mujeres delgadas y sin diabetes. "Sorprendentemente, la diabetes resultaba un efecto protector".
Los hallazgos tienen una traslación inmediata en la clínica, explica Calle: "La intervención propuesta para la diabetes no requería de fármacos en un 80 por ciento de los casos, sino que se basaba en un estilo de vida saludable, en unas pautas que en realidad deberían generalizarse. La gran ventaja es que la embarazada es modélica en la adherencia a esas recomendaciones, porque está especialmente motivada con la perspectiva del nacimiento de un hijo y porque además ve en su embarazo un periodo de tiempo limitado al que circunscribir esas pautas. Pensamos que si estas recomendaciones se realizaran en la primera consulta del embarazo o, mejor, en la visita de planificación de la gestación, los efectos adversos mencionados podrían reducirse más". Y concluye destacando el papel del nutricionista, que debería estar oficialmente adscrito al servicio hospitalario.

‘Vender’ salud a una buena clientela

"La embarazada está deseando comprar salud", enfatiza el endocrinólogo Alfonso Calle, pero al otro lado también debe haber un buen vendedor. En este estudio, la alimentación recomendada bebe del espíritu de la dieta mediterránea: "No se limita el aceite de oliva virgen extra, lo que favorece el consumo de verduras, ni el de los frutos secos (pistachos)". De esta forma, se asegura el cumplimiento. Además, el consumo de esos alimentos ricos en grasas poli y monoinsaturadas silencia epigenéticamente los genes asociados al síndrome metabólico. "Sabemos que si las embarazadas consumen más de estos, los niños son metabólicamente 
más sanos".

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