lunes, 20 de marzo de 2017

Hallan una centena de genes que cooperan con PTEN contra el cáncer - DiarioMedico.com

Hallan una centena de genes que cooperan con PTEN contra el cáncer - DiarioMedico.com



ESTUDIO ESPAÑOL EN RATONES

Hallan una centena de genes que cooperan con PTEN contra el cáncer

Un equipo español ha identificado en ratones un centener de genes que cooperan con PTEN para frenar el cáncer. La caracterización de cinco de ellos, y el papel de WAC, claves.
Redacción   |  20/03/2017 17:21
 
 

Juan Cadiñanos, director del Laboratorio de Medicina Molecular del Imoma, de Oviedo, en Asturias.
Juan Cadiñanos, director del Laboratorio de Medicina Molecular del Imoma, de Oviedo, en Asturias. (Covadonga Diaz)
Investigadores del Centro de Medicina Oncológica y Molecular de Asturias (Imoma), del Instituto Universitario de Oncología de la Universidad de Oviedo, del Wellcome Trust Sanger Institute en Cambridge y de la Universidad Técnica de Múnich han identificado cien genes que cooperan con el gen PTEN para frenar el cáncer. La revista Nature Genetics publica los resultados del avance científico.
La nueva estrategia ha permitido identificar genes supresores tumorales que colaboran con PTEN para frenar el cáncer y que pueden tener especial relevancia clínica, aunque se trata de un ensayo en ratones que debe trasladarse a humanos. Se espera que esta aproximación pueda aplicarse en la identificación de genes que cooperen con cualquier otro supresor tumoral conocido.
Los científicos estudiaron tumores desarrollados en ratones, validaron los hallazgos en células humanas y establecieron su relevancia clínica en muestras de pacientes, según informa Europa Press. Los múridos habían sido modificados genéticamente para portar un fragmento de ADN -trasposón- capaz de saltar de una zona a otra de su genoma, creando mutaciones al azar. La peculiaridad en este caso es que el transposón se alojó en el propio gen PTEN.
  • El gen WAC tiene una compleja relación con el cáncer de próstata ligado a ausencia de PTEN
El director del Laboratorio de Medicina Molecular del IMOMA, Juan Cadiñanos, define así el proceso: Cuando el trasposón salta, se lleva consigo un fragmento de PTEN, provocando la inactivación de este supresor tumoral. Pero además, el transposón puede volver a insertarse en otra región del genoma de la misma célula, creando una nueva mutación inactivadora".
Los investigadores explican que todas las células en las que el transposón salta y se reinserta tienen dos mutaciones: una de ellas es siempre la misma, la inactivación de PTEN, mientras que la otra es una mutación aleatoria en cualquier otro lugar del genoma.
"Aquellas células en las que la segunda mutación inactiva alguno de los genes que cooperan con PTEN para evitar el desarrollo de tumores están más predispuestas a convertirse en células cancerosas", apunta Jorge de la Rosa, del laboratorio de Allan Bradley en el Wellcome Trust.
Como consecuencia de estas alteraciones, los ratones desarrollaron principalmente tumores de próstata, piel, mama, endometrio, glándula suprarrenal e intestino. Se analizaron 278 tumores de próstata, mama y piel para identificar los cientos de genes en los que el transposón se había insertado más frecuentemente. "Son genes candidatos a ser supresores tumorales que cooperan con PTEN para evitar el desarrollo del cáncer", añade Carlos López Otín, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo.
  • Se modificaron ratones para portan un trasposón que generara mutaciones azarosas
Los científicos se centraron en caracterizar cinco genes alterados en los tres tipos de tumores analizados, pero más frecuentemente en los de próstata. Para ello utilizaron células humanas benignas de próstata, en las que observaron que inactivar cualquiera de estos cinco genes al mismo tiempo que se inactivaba PTEN las convertía en células con características propias de células malignas, capaces de invadir los tejidos circundantes.
Además, el equipo observó que uno de estos cinco genes, Wac, tiene una relación especialmente compleja con el cáncer de próstata que se desarrolla en ratones en ausencia de PTEN. Se observó que cuando falta una de las dos copias de Wac el desarrollo de tumores de próstata se acelera, mientras que cuando faltan las dos copias, se detiene, lo que sorprendió a los investigadores.
"De confirmarse este hallazgo en humanos, podría tener aplicaciones terapéuticas ya que, en principio, la inactivación completa de Wac en aquellos tumores de próstata que tienen ya inactivado Pten (que son la mayoría), podría frenar el desarrollo del tumor", concluye Juan Cadiñanos.

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