lunes, 27 de marzo de 2017

El futuro de la patología dual se basa en la medicina de precisión - DiarioMedico.com

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ADICCIONES

El futuro de la patología dual se basa en la medicina de precisión

La práctica clínica debe ayudar a individualizar el abordaje de la adicción y el trastorno mental. Estudiar el efecto terapéutico de las drogas permitirá un mejor abordaje en psiquiatría.
Isabel Gallardo Ponce. Madrid | igallardo@diariomedico.com   |  27/03/2017 00:00
 
 

Miguel Casas, Pedro Ruiz, Carlos Roncero y Nestor Szerman
Miguel Casas, presidente de la SEPD; Pedro Ruiz, presidente de la WADD; Carlos Roncero, presidente del comité científico del congreso y vicepresidente de la SEPD, y Nestor Szerman, presidente del congreso. (Mauricio Skrycky)
Poco a poco cada vez queda más atrás la creencia de que la adicción es un problema de voluntad o de malas compañías. "Es otro trastorno mental. No se elige tener un adicción o no tenerla", ha explicado Néstor Szerman, presidente de la Fundación Patología Dual.
Sufrir una adicción y otro trastorno mental son las líneas básicas del concepto de la patología dual, que ha reunido a más de 2.000 expertos en el I Congreso Mundial de la World Association of Dual Disorders (WADD) y en el V Congreso Internacional de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), celebrados en Madrid.
Más del 50 por ciento de pacientes con trastorno mental tendrán una conducta adictiva, incluyendo el alcohol y el tabaco -las más comunes en España-, y sin incluir las adicciones sin sustancia. "Son las sustancias consumidas más comunes en pacientes duales. El tabaco es una enfermedad mental sin repercusiones, en principio, sociales o personales", ha añadido Carlos Roncero, director científico del congreso.
Según Miguel Casas, presidente de SEPD, los pacientes psiquiátricos fuman diez veces más que la población general, lo que acorta su vida entre 10 y 15 años, por lo que habría que realizar tratamientos subvencionados. "La nicotina es un fármaco dopaminérgico que en individuos susceptibles tiene efecto ansiolítico y antidepresivo. Aquellas personas que no pueden dejar de fumar con su esfuerzo personal -entre el 20 y el 25 por ciento- lo consiguen con un tratamiento antidepresivo efectivo, porque tenían una depresión enmascarada. Eso es la patología dual".
El estudio Madrid, igual que el Protus, realizado en Barcelona, y otros trabajos en la literatura, apuntan a que siete de cada diez pacientes con adicción tienen otro trastorno mental. "No se puede tratar a un paciente con patología mental sin conocer la patología dual. Por eso, no tiene sentido que haya una red de salud mental y otra de adicciones. Esto lleva al síndrome de la puerta equivocada, lo que aumenta la mortalidad y la morbilidad". Se trata, según Pedro Ruiz, presidente de la WADD, de matar dos pájaros de un tiro: "Al tratar la patología mental tenemos la obligación de prevenir o indagar para ver si existe también una adición", y lo mismo al revés.
Medicina de precisión
El futuro de la patología dual, paradigma del trastorno mental, se dirige hacia la medicina de precisión. "Las sustancias adictivas no tienen el mismo efecto en las personas y esto no se ha incorporado al conocimiento científico. Por ejemplo, sabemos que las anfetaminas estimulan a una persona sin enfermedad mental pero que en pacientes con TDAH, les tranquiliza", ha dicho Szerman. Por tanto, incorporar esos datos a la práctica clínica, entender por qué el paciente consume y centrar la terapia en la persona y no en la sustancia, supondrá "un impacto cualitativo en el tratamiento".
Efecto terapéutico
Casas ha recalcado que, dada la gran disponibilidad de drogas, hay que "buscar nuevas estrategias para reducir el consumo, mejorar la calidad de vida e investigar el potencial terapéutico de las drogas". De momento ya hay estudios sobre el efecto antidepresivo, antipsicótico, antiansiolítico de los canabidioles, y sobre el beneficio de la psilocibina sobre los trastornos obsesivo compulsivos.
"Creemos que los resultados a medio plazo serán espectaculares. Hay que seguir aplicando los psicofármacos pero tenemos la obligación de plantearnos preguntas teóricas sobre por qué estas sustancias pueden tener efectos positivos".
Aunque las clasificaciones internacionales sólo incluyen como adicción comportamental el juego compulsivo, Casas opina que habría que añadir el sexo, las compras y la gimnasia compulsivas, la anorexia, la bulimia... "Conocemos poco y no tenemos estrategias psicológicas potentes para contrarrestarlas. Las habrá, pero es necesario que las clasificaciones internacionales las acepten para poder investigar sobre ello".
Pinhas Dannon, de la Facultad de Medicina Sackler, de Tel Aviv, ha explicado a DM que es necesario individualizar el abordaje con terapia cognitivo-conductual y abordaje farmacológico en función no sólo del sexo, sino también de si se produce una adicción a sustancias o a comportamientos.

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