jueves, 29 de agosto de 2013

Pilotear aviones espías puede causar lesiones cerebrales: estudio: MedlinePlus

Pilotear aviones espías puede causar lesiones cerebrales: estudio: MedlinePlus

 

Pilotear aviones espías puede causar lesiones cerebrales: estudio


Traducido del inglés: martes, 27 de agosto, 2013
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Por Kathryn Doyle
NUEVA YORK (Reuters Health) - Los pilotos de aviones de vigilancia de la Fuerza Aérea padecen un tipo de lesión cerebral poco conocida que es tres veces más común y cuatro veces más grande que en otro personal militar, señala un estudio.
Las lesiones se detectaron en los estudios por imágenes de un grupo de elite de pilotos de los aviones de vigilancia U-2. Hay menos de 200 en Estados Unidos.
"El cerebro saludable de un adulto joven promedio tiene pocas (lesiones), como mostramos en nuestro grupo control", dijo el autor principal, doctor Stephen McGuire, de University of Texas, San Antonio, y la Facultad de Medicina Aeroespacial de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Base Wright-Patterson, Ohio.
Los pilotos del estudio tenían lesiones llamadas hiperintensidades de la sustancia blanca, que aparecen como manchas claras en las imágenes del cerebro y aparecen por una disminución del flujo sanguíneo, similar a las que producen los traumatismos de cabeza, según explicó McGuire.
Los aviones de vigilancia vuelan a unos 19.500 metros de altura y pueden superar los 21.330 metros, donde los pilotos observan la curvatura de la Tierra y la línea que divide la noche del día, mientras que los vuelos comerciales vuelan a 12.190 metros de altura.
A gran altitud, los aviones espías mantienen la presión de cabina de 8534-9144 metros, comparado con los 2438 metros promedios de los vuelos comerciales.
Los pilotos de altura están expuestos al síndrome de descompresión, que induce la formación de burbujas en la sangre. Esto reduce temporalmente la velocidad mental o causa deterioro cognitivo permanente.
Con el aumento del uso de los aviones U-2 entre el 2006 y 2010, también creció la cantidad de pilotos con síndrome de descompresión, según publica el equipo en Neurology.
Pero los autores observaron un aumento de las lesiones cerebrales aun en los pilotos que no habían padecido el síndrome, lo que indica que existiría otro factor del ambiente con baja presión que explicaría los resultados.
El equipo de McGuire comparó las imágenes cerebrales de 102 pilotos de aviones espías con las de 91 integrantes de las Fuerzas Armadas de la misma edad, estado de salud general y nivel educativo. Tenían entre 26 y 50 años.
Los pilotos tenían más lesiones, y más grandes, que el grupo control: 9,7 versus 3,3 lesiones de 0,16 y 0,04 cm cúbicos, respectivamente.
Las lesiones cerebrales del grupo control aparecían en el lóbulo frontal, lo que caracteriza a las lesiones del envejecimiento. En los pilotos, las lesiones estaban distribuidas en todo el cerebro.
"Al ser manchas de daño celular, las hiperintensidades de la sustancia blanca pueden tener muchas causas, como inflamación, infección, enfermedades, traumatismos, trastornos vasculares como los mini ACV, el bajo nivel de oxígeno, la glucosa baja o la baja presión del aire", dijo R. Douglas Fields, neurocientífico de los Institutos Nacionales de Salud.
"Por esto se detectan en la población general que aumentan con la edad", remarcó.
Los efectos de las lesiones de la sustancia blanca pueden ser variados y muy extensos o localizados, dependiendo de qué conexiones se lesionaron, destacó.
"Se necesitan más estudios antes de asegurar que estas lesiones son peligrosas", sostuvo el doctor Sean Jersey, teniente coronel de la Fuerza Aérea y radiólogo del Centro Médico David Grant de la Base Travis, California.
"Cualquier persona expuesta a alturas extremas está en riesgo", incluidos los montañistas y los buzos.


FUENTE: Neurology, online 20 de agosto del 2013.
Reuters Health
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