jueves, 28 de junio de 2012

La terapia génica se reinventa para intentar corregir la anemia de Fanconi - DiarioMedico.com

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LA RED DE INVESTIGACIÓN NACIONAL PONE EN MARCHA UN NUEVO ENSAYO

La terapia génica se reinventa para intentar corregir la anemia de Fanconi

Los agentes implicados en el manejo de la anemia de Fanconi (médicos, investigadores básicos y familiares de pacientes) se acaban de reunir para compartir avances científicos y clínicos e inquietudes y reivindicaciones en este campo. Entre otros temas abordados, se ha revisado la situación actual de la terapia génica en esta enfermedad.
Sonia Moreno   |  28/06/2012 00:00



Cristina Díaz de Heredia, Jordi Surralles, Juan Bueren (Ciemat) y Julián Sevilla
Cristina Díaz de Heredia (Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona), Jordi Surralles (Universidad Autónoma de Barcelona), Juan Bueren (Ciemat) y Julián Sevilla (Hospital Niño Jesús, de Madrid) participaron en la reunión de la Red Nacional de Investigación en Anemia de Fanconi. (José Luis Pindado)


La terapia génica, esta vez utilizando un vector lentiviral, se retoma como tratamiento en investigación en la anemia de Fanconi. Está previsto que un ensayo en fase I/II se inicie el próximo año con pacientes españoles y así se ha expuesto en la XIII Reunión de la Red Nacional de Investigación en Anemia de Fanconi y de la Asociación Española de Anemia de Fanconi, celebrada en el Hospital Niño Jesús de Madrid.

El estudio, apoyado por el Ministerio de Sanidad, está diseñado en realidad como dos ensayos: por un lado, se recogen células progenitoras hematopoyéticas de enfermos con anemia de Fanconi, y en una segunda fase, las células se corrigen mediante la acción de un lentivirus, para reinfundirse en los pacientes.

La terapia génica en la anemia de Fanconi ya tuvo una primera oportunidad a finales de los noventa en un ensayo llevado a cabo en Estados Unidos. "En aquella ocasión se utilizó un vector retroviral. Aquel estudio no obtuvo la eficacia clínica deseada, probablemente por el tipo de vector y el número de células empleados", recuerda Juan Bueren, director de la División de Hematopoyesis y Terapia Génica del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) y del Ciber de Enfermedades Raras (CiberER). El fracaso, unido a los problemas de seguridad que se detectaron en estudios similares con otras enfermedades, motivaron una revisión en esa línea de investigación.
  • A diferencia de en la experiencia clínica previa, se emplea vector lentiviral y una mayor dosis de CD34+ corregidas genéticamente
Rápida reacción

"Podría decirse que no ha habido ninguna otra terapia donde los efectos adversos generados hayan conducido, en tan poco tiempo, a determinar las causas y que además se haya desarrollado tan rápidamente una alternativa para corregirlas", matiza Bueren, testigo y artífice de esta estrategia, tras quince años de investigación en el campo de la terapia génica.

A diferencia de la experiencia previa, en el nuevo ensayo propuesto se utiliza un vector lentiviral, desarrollado por científicos del CiberER y el Ciemat, que ha obtenido la calificación de medicamento huérfano por la Comisión Europea y produce con calidad clínica Généthon, entidad dependiente de la Asociación Francesa de Miopatías.

En la primera fase del estudio, las células progenitoras se movilizan desde la médula ósea con factores de crecimiento de última generación para que pasen a la sangre periférica; de ahí se extraen, se seleccionan y se congelan con vistas a corregirlas mediante el vector en sala blanca.

El objetivo del ensayo es poder infundir cuatro millones de células CD34+ corregidas genéticamente por cada kilo de peso del paciente en el inicio del estudio, una cifra a la que se confía llegar gracias también a los nuevos movilizadores. El estudio determinará la eficacia clínica de esta dosis, la mayor que se ha ensayado.
  • La unificación de los protocolos de trasplante hematopoyético en los diferentes centros se ha saldado con mejores resultados clínicos
La terapia génica compite con el tratamiento consolidado de la anemia de Fanconi: el trasplante hematopoyético. Julián Sevilla, hematólogo del Hospital Universitario Niño Jesús de Madrid, que también participa en el ensayo, explica que los candidatos son en principio aquellos pacientes que no cuentan con un donante HLA compatible y cuyo estado de salud no se encuentre aún demasiado deteriorado. "No obstante, la terapia génica no priva de la opción de recurrir al trasplante. Podría ser el rescate de aquélla", puntualiza Julián Sevilla sobre una de las cuestiones cuya controversia se aborda en este tipo de reuniones.


Seguimiento integral

Al margen del nuevo ensayo, Jordi Surralles, de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha expuesto los avances de su grupo en la caracterización de mutaciones de los genes implicados en la anemia de Fanconi. Por su parte, Cristina Díaz de Heredia, del Hospital Valle de Hebrón, ha aludido a la situación de las unidades integrales de seguimiento (consolidadas hay en centros de Barcelona, Madrid y Valencia), un aspecto que preocupa mucho a los pacientes, pues las trabas en su acceso pueden comprometer el tratamiento más allá de las alteraciones hematológicas: estos enfermos son más proclives a desarrollar tumores, sobre todo carcinomas escamosos de cabeza y cuello y genitales. Sevilla recuerda que "el seguimiento próximo en unidades de referencia con diferentes especialistas es, por ello, importante y complementario del que hace su hematólogo".

El diagnóstico genético preimplantacional con la selección de embriones HLA idénticos, así como la unificación de protocolos del trasplante también han sido temas abordados en la reunión. Sobre los protocolos, Sevilla ha recordado que la tasa de éxito de los trasplantes ha mejorado desde la implantación de un protocolo común.


EN OTRAS ENFERMEDADES MONOGÉNICAS


La terapia génica se saldó con varios intentos fallidos a finales de la década de 1990 debido a la falta de eficacia en algunas patologías, y en otras, a los problemas de seguridad. De hecho, surgieron casos de leucemia asociados a la inserción de vectores retrovirales. Como consecuencia de ello, se desarrolló en todo el mundo un programa para estudiar vectores más eficaces, en diferentes patologías y que fueran más seguros. Así irrumpe en escena la familia de los lentivirus, que está reemplazando actualmente a los retrovirus en casi todos los ensayos.En enfermedades como inmunodeficiencia de Wiskott-Aldrich, adrenoleucodistrofia, beta talasemia, enfermedad granulomatosa crónica, y prácticamente todas las enfermedades monogénicas en las que se estudia la terapia génica se emplean ya este tipo de vectores. Estos estudios se encuentran también en fase I.

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