viernes, 30 de octubre de 2009

La extirpación clásica de los gliomas necesita otro manejo


Alfonso Vázquez Barquero

Diariomedico.com
ESPAÑA
REUNIÓN ORGANIZADA POR SERVICIO DE NEUROCIRUGÍA
La extirpación clásica de los gliomas necesita otro manejo
En el abordaje de los gliomas la variabilidad interindividual anatomo-funcional en la localización de áreas elocuentes explica la necesidad de realizar una cartografía funcional para localizar las regiones afectadas, según Alfonso Vázquez Barquero, del Hospital de Valdecilla.


Santiago Rego. Santander - Viernes, 30 de Octubre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llaves conceptuales:
1. El nuevo abordaje considera la necesidad de destruir el tejido tumoral y pone el énfasis en identificar y preservar el tejido funcional
2. La tractografía por tensor de difusión explica la conectividad cerebral, definiendo las relaciones en 3D que hay entre cada fascículo y el tumor
3. La tendencia de los gliomas a extenderse por la sustancia blanca obliga a identificar los fascículos y tractos que marcan los límites funcionales

El abordaje clásico de los gliomas considera la extirpación del tumor localizado dentro de un cerebro con una organización funcional fija, que viene definida, a su vez, por unos límites anatómicos precisos -el surco central, el área de Broca o el área de Wernicke- como algo habitual. Sin embargo, el frecuente hallazgo de los gliomas en el interior de áreas elocuentes y su importante capacidad de infiltrar el tejido cerebral "hacen necesario introducir nuevos conceptos en el manejo de estos tumores", según se ha puesto de relieve en la reunión Aspectos funcionales en el manejo de los gliomas cerebrales, organizada por el Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander.

Durante tres días, los expertos han debatido en el palacio santanderino de la Magdalena sobre los últimos avances en este campo. El primero de esos nuevos conceptos, en opinión de Alfonso Vázquez Barquero, jefe del Servicio de Neurocirugía de Valdecilla y presidente del comité oganizador -la secretaría científica ha estado a cargo del neurocirujano Juan Martino-, es "la variabilidad interindividual anátomo-funcional en la localización de áreas elocuentes, lo que explica la necesidad de realizar una cartografía funcional, para así localizar las regiones elocuentes en un paciente concreto".

En segundo lugar, según han precisado Vázquez Barquero y Martino, está la llamada conectividad cerebral. "Los gliomas tienen tendencia a extenderse a lo largo de las vías de sustancia blanca, y por eso tendremos que identificar los fascículos y tractos que marcarán los límites funcionales subcorticales con el tumor. Y, en tercer lugar, está la plasticidad cerebral, o capacidad de reorganización de la función hacia otras áreas cerebrales, lo que permite extirpar regiones del tumor que infiltran áreas a priori de "alta elocuencia".

Frente al abordaje clásico de los gliomas cerebrales basado en la extirpación, con los problemas derivados de su localización, características anatómicas del cerebro y complicaciones posteriores, se ha pasado a una perspectiva basada en la necesidad de destruir el tejido tumoral, prestando atención a la identificación y preservación del tejido funcional que rodea al tumor.

Consecuencias
De esta manera se consiguen incrementar las indicaciones terapéuticas en gliomas en determinadas áreas, maximizar la resección del tumor en la cirugía, aumentar el impacto neuro-oncológico de los tratamientos complementarios y minimizar las secuelas neurológicas, con preservación de la calidad de vida de los pacientes.

El congreso ha analizado todas estas cuestiones con la intención de dar una perspectiva diferente en el manejo de los gliomas.

Con los nuevos conceptos aplicados a las diferentes disciplinas implicadas en el manejo de los gliomas -diagnóstico por imagen, tratamiento quirúrgico, quimioterapia, radioterapia, etc.-, en la última década se ha producido un cambio radical en el abordaje de estos tumores. "El avance de las diferentes técnicas de imagen funcional -resonancia magnética, tomografía por emisión de positrones y magnetoencefalografía, entre otras- nos permite estudiar la organización funcional cortical de cada paciente. La tractografía por tensor de difusión nos ayuda a entender, por ejemplo, la conectividad cerebral en un paciente, definiendo las relaciones tridimensionales que existen entre cada fascículo y el tumor".


DE IRRESECABLE A RESECABLE
"Todos estos nuevos conceptos que se aplican a los tratamientos complementarios a la cirugía nos hacen plantear nuevas cuestiones sobre si en la cirugía hemos llevado la resección tumoral hasta los límites funcionales. ¿Cuál es la mejor pauta de radioterapia que no lesione estas áreas elocuentes localizadas en las paredes de la cavidad de resección?, o bien ¿es posible convertir un tumor irresecable, debido a la infiltración de áreas elocuentes, en un tumor resecable mediante la administración de una pauta de quimioterapia?", se pregunta el neurocirujano Juan Martino. Junto a la tractografía por tensor de difusión y otras técnicas, la estimulación eléctrica intraoperatoria se ha convertido en el patrón de oro para la localización de regiones cerebrales elocuentes, porque permite identificar, de forma muy precisa y reproducible, los límites funcionales corticales y subcorticales en cada uno de los momentos del proceso de resección tumoral.

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