sábado, 20 de junio de 2009

La deshidratación: factor angular


NUTRICIÓN I/III
La deshidratación se evita con la ingesta de 4 a 10 vasos de líquidos, pero no alcohol

JANO.es · 19 Junio 2009 13:15

Cinco sociedades científicas elaboran un documento con recomendaciones para combatir la deshidratación


Cinco sociedades científicas, concretamente la Asociación Española de Gastroenterología (AEG), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), han elaborado el documento Recomendaciones en procesos de rehidratación y deshidratación leve, con consejos para combatir las consecuencias que puede tener para la salud la deshidratación, entre ellas la pérdida del apetito, los calambres, la taquicardia, el dolor de cabeza, la sensación de mareo, la desorientación y, en casos extremos, el coma y la muerte.

La obra, ya disponible en las páginas web de cada una de las referidas sociedades, se distribuirá en las consultas de atención primaria y consejerías de Salud. En palabras del Dr. Luis Bujanda, vicesecretario de la AEG, “este documento tiene como objetivo ser un referente para los profesionales de la salud a la hora de aconsejar a la población sobre cómo mantener un nivel óptimo de hidratación”. Así, como recuerda este especialista, “es conveniente ingerir de 4 a 10 vasos de líquidos al día aunque no se tenga sed, y especialmente en situaciones de calor”.

Asimismo, como recuerda la Dra. Pilar Matía, de la SEEN, “el consumo de ciertos alimentos con un alto porcentaje de agua –como frutas como melón, sandía o fresa, y verduras como las zanahorias o las calabazas– puede ayudar a mantener buen nivel de hidratación. Por el contrario, no son recomendables las bebidas alcohólicas para evitar la deshidratación, pues incluso pueden llegar a provocarla. En caso de comidas copiosas, se requiere un aporte suplementario de líquidos”.


Lactantes y gestantes

Por lo que respecta a los niños, su cuerpo tiene mayor porcentaje de agua que el de los adultos. Sin embargo, tienden a beber menos ya que su percepción de la sed está menos desarrollada y, además, sufren pérdidas como consecuencia de su actividad física. Cuando un niño se deshidrata, no solamente pierde líquido, sino también sales minerales en cantidades importantes.

Según la Dra. Mª Luisa López, coordinadora del Grupo de Nutrición de SEMERGEN, “los lactantes y los niños necesitan proporcionalmente más aporte de líquidos que los adultos y tienen mayor riesgo de deshidratación: se recomienda la lactancia materna y respetar las proporciones de agua y leche en la preparación del biberón”.

Respecto a las madres en periodo de lactancia, los expertos afirman que la leche materna contiene “un 90% de agua, por lo que una madre en periodo de lactancia debe ingerir alrededor de 8 a 14 vasos de líquido al día”. De la misma manera, el embarazo se corresponde con una de las etapas en la vida de la mujer en las que los cuidados del cuerpo deben extremarse. La importancia y la necesidad de beber suficiente líquido van más allá de hidratar el organismo.

Como concluye la Dra. López, “en el embarazo, la evolución y desarrollo del feto está condicionado por un correcto aporte de líquidos. Una buena hidratación alivia el estreñimiento y previene las infecciones de orina”.
AEG
SEEN
SEMERGEN
semFYC
SEPD


NOTICIAS PARA PACIENTES II/III
La deshidratación afecta al rendimiento mental
JANO.es · 28 Mayo 2009 09:35

El OHS presenta la revisión bibliográfica “Hidratación en temporadas de esfuerzo mental intenso”


El rendimiento mental puede disminuir con la deshidratación, sobre todo cuando el cuerpo pierde más del 2% de líquidos. Esto es especialmente importante en épocas de sobreesfuerzo intelectual como exámenes o picos de trabajo, como las que viven los estudiantes durante los meses de mayo y junio. Es conveniente, por tanto, mantener una adecuada hidratación que facilite que el rendimiento sea el máximo. La ingesta frecuente y en pequeñas cantidades de líquidos, incluyendo además de agua, infusiones, refrescos, zumos, lácteos, etc. ayuda a mantener este óptimo equilibrio hídrico. Éstas son algunas las conclusiones que se recogen en la Revisión Bibliográfica “Hidratación en temporadas de esfuerzo mental intenso” presentada por el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS).

La hidratación influye en procesos fisiológicos básicos y también en la función cerebral. Esta revisión de estudios pone de manifiesto que, si bien se ha analizado mucho la influencia de la hidratación en el rendimiento físico, en cambio, su papel en la función cognitiva es un área en la que se ha profundizado menos.

En este sentido, las investigaciones recopiladas ponen de manifiesto que una leve pérdida del equilibrio hídrico puede afectar, de manera más o menos intensa, a la capacidad de atención, a la memoria a corto plazo y puede influir en la actividad mental rutinaria o en la concentración. De hecho, los estudios evidencian una disminución significativa del rendimiento mental cuando los niveles de deshidratación son superiores al 2%. Conforme avanza el tiempo y el nivel de deshidratación, se detecta un mayor descenso de las habilidades psicomotoras. La pérdida del equilibrio hídrico también guarda relación con un incremento de la fatiga, cansancio, dificultad visual, pérdida de memoria, disminución de la atención, pérdida de habilidad aritmética e incremento del tiempo de respuesta ante estímulos visuales, entre otras cosas. Además, la ausencia de una correcta hidratación afecta a la coordinación motora, el tiempo de reacción y la discriminación perceptiva.


Deshidratación en estudiantes

Por tanto, en situaciones de esfuerzo mental intenso en que se requiere una mayor capacidad de atención y concentración, es fundamental una óptima hidratación. Éste es el caso de los estudiantes, tanto en sus clases diarias como, especialmente, en épocas de exámenes. Según lo recogido en la Revisión Bibliográfica del OHS, en su caso, cierto nivel de deshidratación puede afectar a la memoria, la atención, el rendimiento, la eficacia aritmética, el tiempo de reacción, etc.

En el área laboral, la deshidratación afecta al rendimiento, la productividad y la concentración del trabajador. En aquellos trabajos que requieren un esfuerzo físico importante a altas temperaturas, como es el caso de los trabajadores al aire libre (bomberos, agricultores, trabajadores de la construcción, etc.) que suelen sufrir importantes pérdidas de líquidos, aumenta el riesgo de accidentes laborales.

La deshidratación también afecta de forma especialmente negativa a la función cerebral de los ancianos, ya que reducen su velocidad de procesamiento y el rendimiento de la memoria.


Recomendaciones del OHS

En situaciones donde es necesario un esfuerzo mental intenso, como es el caso de las épocas de examen, los picos de trabajo intelectual o de alto nivel de concentración, el rendimiento se puede ver comprometido si no se mantiene una hidratación adecuada. Por eso el OHS recomienda:

-Beber de 2 a 3 litros de líquido al día, para mantener un correcto estado de hidratación, lo que favorecerá la atención y la concentración.

-Procurar tener siempre una botella de nuestra bebida preferida a mano con el fin de beber regularmente. Así será mucho más fácil hidratarse en la biblioteca, en clase o en el trabajo.

-Variar el tipo de líquidos que se consumen para tomar más fácilmente la cantidad adecuada. Por eso, además de agua, es aconsejable consumir infusiones, refrescos, zumos, lácteos, etc.

-Para evitar llegar al agotamiento a la hora de estudiar, hacer descansos de forma periódica, buscar una postura correcta y un lugar con buena luz y ventilación.
OHS



GERIATRÍA III/III
Deshidratación, causa frecuente de hospitalización en mayores
JANO.es y agencias · 11 Enero 2008 10:55

Los especialistas advierte que, si no se trata, puede asociarse a una mortalidad entre el 40 y el 70%


La deshidratación es una de las causas más frecuentes de hospitalización en las personas mayores de 65 años, entre las que constituye "un problema de salud pública", ya que, si no reciben tratamiento, puede ir asociada a una mortalidad de entre un 40 y un 70%, alerta la Revisión Bibliográfica sobre Hidratación en las Personas Mayores, elaborada por el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS), que presentó sus conclusiones en un comunicado.

No obstante, la deshidratación en este grupo de población "se puede prevenir y tratar" bebiendo pequeñas cantidades de líquido "de forma continuada" y tomando durante las comidas, además de agua, infusiones, refrescos, zumos o lácteos que, según el observatorio, "pueden ayudar a que la cantidad de líquidos sea la adecuada".

Los mayores de 65 años -alrededor del 16% de la población española, casi 7,5 millones de personas- constituyen "uno de los grupos de población más vulnerables a sufrir las consecuencias de la deshidratación", ya que con la edad, el mecanismo de termorregulación se deteriora y disminuye la sensación de sed.

Además, tienen el sistema inmunológico debilitado y presentan una mayor incidencia de otras enfermedades y mayor consumo de fármacos. Esto hace que, según se recoge en esta Revisión Bibliográfica, "un déficit de líquidos, imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo, si no se trata, puede llegar a asociar una mortalidad de entre el 40 y el 70% de los casos que lo presentan".

La disminución de la movilidad, que limita el acceso a la bebida; las alteraciones cognitivas que merman la capacidad comunicativa o el miedo a la incontinencia urinaria son otros de los factores que en función del grado, "hace que los mayores beban menos de aproximadamente dos litros diarios recomendados".

A su vez, este déficit hídrico puede hacer que disminuya el volumen de orina que eliminan sus riñones, lo que produce una acumulación de sustancias de deshecho que también repercute en su salud. "Todo ello se agrava especialmente en situaciones de calor o al presentarse fiebre, diarrea o vómitos y cuando se ha superado la edad de 85 años", advirtieron.

Otro de los grupos a tener en cuenta son los ancianos que viven solos y que tienden a beber menos de lo adecuado, por lo que hay que educarles "en la importancia de la hidratación".

La revisión del OHS recoge un protocolo para mejorar el estado de hidratación de los mayores basado en identificar a las personas de riesgo y su situación, vigilar sus hábitos, hacer que beban aunque no tengan sed y promover programas que contribuyan a concienciar del papel de la hidratación en la salud.
Observatorio de Hidratación y Salud

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